domingo, 21 de octubre de 2007

Con C de carácter

Jornada 4 ACB: Pamesa 75 - Unicaja 65

Lo ha dicho Fotis al finalizar el partido, y al griego no le falta un ápice de razón: si Pamesa se ha impuesto esta noche a Unicaja ha sido, únicamente, por carácter. Sólo los arrestos, la bravura, los c..., digo, el carácter, han permitido que el equipo taronja, pese a sus malos porcentajes de tiro, sacara adelante un encuentro que puede resultar de vital importancia en sus aspiraciones coperas.

Los de Katsikaris se presentaban a su cita de hoy como víctimas propiciatorias del juego interior de Unicaja, pero los malagueños no han podido explotar su teórica superioridad en la pintura. La defensa azulejera, muy cerrada y con muchas ayudas, ha sido capaz de maniatar -para desesperación de Scariolo- a Santiago, Haislip y Ndong, que no han rendido al nivel esperado; por su parte, Germán Gabriel, solidarizado con la causa taronja, se anuló por sí mismo. Si, a lo ya apuntado, le añadimos que Unicaja dejó escapar hasta 18 rebotes en su aro, perdió 16 balones, y no estuvo certero en el lanzamiento exterior (27% en triples, para un total de 4 anotados), entenderemos sus paupérrimos 65 puntos en 40 minutos de juego y, con ello, su inapelable derrota.

Sin embargo, todo lo anterior no significa que Pamesa haya hecho un gran partido. Los valencianos, cuyo juego dista mucho de ser brillante, han defendido bastante bien, han forzado pérdidas del rival, han recuperado balones, y han explotado el rebote ofensivo, pero siguen excesivamente espesos y desequilibrados en el juego ofensivo. Los pívots, los pocos que tenemos, juegan excesivamente alejados del aro, dificultándose así que puedan anotar canastas fáciles o forzar personales al rival. Hoy, entre Barac, Miralles, Milojevic, Timinskas y Claver (es decir, medio equipo), han anotado un total de 18 puntos y han recibido 3 (sí, sí, 3) faltas personales. De hecho, de estos cinco jugadores, sólo uno (Miralles) ha ido a la línea de tiros libres, y lo ha hecho en una sola ocasión, fallando, además, su lanzamiento.

La pregunta es: y pese a todo, ¿cómo ha ganado Pamesa el partido? La respuesta es sencilla: un poco del contraataque, y un mucho de la inspiración de Douglas y Williams en el lanzamiento desde más allá de la línea de 6´25.Vivir del triple es una solución tan digna como cualquier otra, pero hay que saber que quien a triple mata, a triple muere, y lo mismo que hoy a Pamesa le han entrado y a Unicaja no, otro día puede suceder lo contrario. Fotis debería trabajar para conseguir equilibrar su ataque, mejorar su juego interior, y no depender, casi exclusivamente, de la larga distancia.

Pero el entrenador heleno tiene otra ardua tarea por delante y es la de establecer un quinteto tipo en su equipo. Yo creo que, hoy por hoy, ni los jugadores, ni los aficionados, ni el propio Fotis, sabemos cuál es el quinteto inicial (y final) de Pamesa. Está muy bien que cualquier jugador pueda salir de inicio, y que cualquiera pueda disputar los “minutos calientes” de un partido, pero lo que no tengo tan claro es que no haya una columna vertebral sólida sobre la que fundamentar el equipo, ni que se deba rotar a los jugadores de forma tan continua y desconcertante como se está haciendo en estos partidos. Hoy, por ejemplo, Barac, que fue titular y jugó el primer cuarto completo, no volvió a aparecer –y para disputar 1 mísero minuto- hasta el último cuarto; es cierto que el croata no está centrado y no tuvo su mejor día (1 de 8 en tiros de 2, y -3 de valoración) pero, entonces, ¿por qué es titular? o, en su defecto, ¿por qué juega el primer cuarto completo si lo está haciendo francamente mal? Algo parecido sucede con House, que sin haber demostrado nada desde su llegada, ha salido hoy de inicio en detrimento de, por ejemplo, Oliver, que en sólo 9 minutos ha anotado 9 puntos, y ha cambiado el ritmo del encuentro. Urtasun, pobre chaval, ha aparecido sobre el parquet, ahí es nada, 9 segundos. Hasta el tipo del jueguecito de Orange, pese al lamentable espectáculo del presentador, se ha lucido más que el bueno de Alex.

Queda una semana por delante –con descarte incluido, porque vuelve Rebraca- para seguir trabajando antes de visitar a Estudiantes, otro rival directo en la lucha por la Copa, y otro partido al que, como al de hoy, a falta de buen juego, habrá que echarle c..., digo, carácter, que también empieza por C.

domingo, 14 de octubre de 2007

Estados de ánimo

Jornada 2 ACB: Pamesa 88 - Ricoh Manresa 80

Decía Valdano que el fútbol es un estado de ánimo, y yo estoy en condiciones de afirmar, después de lo visto esta mañana en la Fonteta, que el baloncesto también puede serlo. Pamesa no ha resuelto el partido a su favor por haber jugado mejor que su rival sino, simplemente, porque durante los dos últimos cuartos ha tenido más confianza, más autoestima y más fe en sus posibilidades de la que ha esgrimido Manresa; de no haber sido así, ahora estaríamos hablando de un desastre sin paliativos.

Y el desastre pudo llegar, porque los de Fotis, marcados por las bajas de Garcés y Rebraca, comenzaron nerviosos, dubitativos, faltos de agresividad en defensa y poco acertados en ataque. Por el contrario, Ricoh Manresa se crecía con los aciertos propios –sobre todo de Asselin-, pero también con los errores –que no eran pocos- de los valencianos. Cuando, mediado el segundo cuarto, Espil ha enganchado dos triples consecutivos y ha puesto el 23-39 en el marcador, sólo Aitor Pilán creía en la remontada.

Y tenía motivos para ello. Pamesa fue ganando, poco a poco, solidez defensiva y solvencia atacante. Cada rebote, cada robo, cada canasta era una dosis extra de confianza para los valencianos que, de forma paulatina, abandonaron su inquietante disfraz de Mister Hyde, para recuperar el más sereno y equilibrado papel de Dr. Jekyll. En contrapartida, cuanto más fuerte se sentía Pamesa, más hundidos andaban los hombres de Ponsarnau, que veían como su inexperiencia en la ACB les dejaba sin una victoria que tenían encarrilada.

De esta forma, y pese al pobre juego exhibido en buena parte del encuentro, Pamesa ha saldado con éxito su primer envite en casa. La duda que albergo ahora es si el estado de ánimo, si la confianza en sus posibilidades, o si el acierto desde más allá de la línea de 6´25, serán argumentos suficientes para afrontar una complicada semana en la que los rivales no van a ser, precisamente, novatos en la ACB. Miralles –pese a su buen partido de hoy-, Milojevic y un renqueante Rebraca, no parecen suficiente arsenal como para hacer frente al juego interior de Akasvayu y Unicaja. Contra Manresa la actitud puede ser suficiente. Frente a otros... tiempo al tiempo.

viernes, 5 de octubre de 2007

Noche de (des)ilusión

Partido presentación: Pamesa 69- Granada 68

La ilusión. Los rutilantes fichajes de Rebraca, Williams y, en menor medida, House; la continuidad de otros insignes de la canasta como Avdalovic, Milojevic, Oliver o Timinskas; y la esperada consagración de Víctor Claver, gran esperanza blanca de este equipo, hacen de Pamesa (o, al menos, eso creo) un bloque lo suficientemente sólido, equilibrado y experimentado como para que sus aficionados se muestren ilusionados ante la nueva temporada que está a punto de arrancar.


La desilusión. Sin embargo, los 6.000 aficionados que acudieron anoche al partido/fiesta de la Fonteta, se marcharon a casa con cierto sabor agridulce, ya que sus expectativas no tuvieron reflejo en el anodino –Fotis, me aburro- juego de su equipo.

La victoria de anoche, otra vez por la mínima (69-68), no puede ocultar que Pamesa no está rindiendo al nivel que debería. Los hombres de Valdeolmillos, con la voluntad y el orden como únicas armas, tuvieron a los de Katsikaris contra las cuerdas, pudiendo Pecile haberlos noqueado si hubiera sabido gestionar adecuadamente la última posesión. Y hubiera sido una pena, porque Pamesa, aunque ayer no los exhibiera (38% en tiros de dos, y 33% en triples), cuenta con los suficientes recursos baloncestísticos como para haber finiquitado el partido mucho antes, sin necesidad de sufrir hasta la bocina final para doblegar a un Granada que no pertenece, ni mucho menos, a la aristocracia de la ACB.


La esperanza. Pese a todo, no hay que dramatizar, pues simplemente estamos juzgando un amistoso, disputado con el consiguiente carrusel de cambios y ambiente distendido que un partido de estas características conlleva.

Además, el equipo defendió de forma aceptable (y ya se sabe que los partidos se ganan en defensa), y uno de los refuerzos Williams, con 15 puntos anotados y 24 de valoración, rayó a buen nivel. Esperemos que, una vez metidos en competición, el equipo sepa estar a la altura y rinda como debe ya que, aunque no va a ser fácil, hay mimbres para soñar. Primer objetivo: Vista Alegre. ¿Quién dijo miedo? El verdadero espectáculo está a punto de empezar.