martes, 27 de noviembre de 2007

Trampas, toallas y botines



Jornada 4 ULEB: Pamesa 95 - Mariupol Azovmash 77

Se le tenía respeto al Mariupol -colíder de la liga ucraniana-, y se hablaba de partido trampa para referirse al que esta noche disputaban los taronja frente a Archibald, Liadelis y compañía.

Sin embargo, y pese al susto final, Pamesa resolvió a las primeras de cambio. Tras un inicio dubitativo -ya nos tiene acostumbrados-, bastaron 5 minutos de intensidad defensiva y acierto en ataque para romper completamente el encuentro. Un apabullante parcial de 23-5 marcó, en el tramo final del primer cuarto, las insalvables distancias entre unos y otros.

Fue una fase en la que los valencianos atenazaron la escasa creatividad ofensiva del Azovmash -cuyo juego sin balón deja bastante que desear-, y donde la inspiración en ataque desbordó a la pasiva defensa de los visitantes. En estos minutos clave merecen especial mención Douglas y Miralles, ya que entre ambos acumulaban 20 de los 27 puntos de Pamesa, y presumían de 14 puntos de valoración cada uno. La diferencia entre uno y otro radica en que mientras el panameño, a rachas, como siempre, siguió creciendo (21 puntos y 24 de valoración), el catalán, falto de continuidad, terminó ahí su partido.

El encuentro ya estaba en ese momento en la UCI, y se moría definitivamente entre los brazos del Azovmash cuando el luminoso marcaba, al descanso, un significativo 47-26. Pero cuando nadie lo esperaba, Pamesa, a base de relajación defensiva, lo resucitó.

Del anodino intercambio de canastas, claramente favorecedor para los nuestros, pasamos a una situación de evidente intranquilidad: los de Brazys se llegaron a colocar, con más de 4 minutos por jugar, a 7 puntos y con posesión de balón. Katsikaris despertó a los suyos de su inexplicable letargo, y con renovada garra defensiva y unas pocas acciones ofensivas –tres triples de Williams en un minuto son un buen ejemplo-, devolvieron la distancia al marcador final (95-77).

Los valencianos cierran noviembre con un excelente balance de 7-1 (4-0 en la ULEB y 3-1 en la ACB), pero con la sensación de que las complicadas e inminentes visitas a Barcelona y Moscú van a ser las que den la verdadera medida de su nivel. Por su parte, el Mariupol, donde sólo destacó Lang (15 puntos y 25 de valoración), se va de Valencia con una inapelable derrota y, eso sí, con las toallas que ¿compraron? en el hotel, y que lucían orgullosos en su banquillo. Que cada cual escoja su botín.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Raro, raro, raro


Jornada 9 ACB: Pamesa 74 - Granada 67

Y si no les gusta la expresión que acuñara en su día el Dr. Iglesias Puga, califíquenlo, al menos, como pintoresco, pero lo cierto es que el partido que ha ganado Pamesa esta noche presenta algunas extrañezas dignas de mención.

La primera peculiaridad se debe a la tan traída y llevada cuestión de disputarse el encuentro en viernes, circunstancia que, a falta de los datos de audiencia televisiva, ha generado más adhesiones que disensos. La asistencia (7.000 almas) ha sido la más elevada del curso 07-08, y ello pese a que el rival no era de los de alta alcurnia.

También resulta anómalo que Pamesa haya tardado 4 minutos y 36 segundos en anotar su primer punto, así como que la primera canasta en juego de los valencianos -un triple de House-, haya llegado a 3´32 de la bocina que marcaba el final del primer cuarto. ¿El motivo? La férrea defensa granadina y, sobre todo, la escasa circulación de balón en ataque, donde las posiciones eran excesivamente estáticas, y la selección de tiro francamente mejorable.

Parte de los males provenían de otro hecho extraordinario: hasta ese momento no había entrado en pista Williams, el alma mater de este equipo, quien dolorido en su tobillo, ha carecido de su descaro y alegría habituales, convirtiéndose hoy en un secundario de lujo.

Podría calificarse de anormal que Pamesa haya ido hasta en 22 ocasiones a la línea de tiro libre (el promedio hasta la fecha era de 16.5), así como que haya tirado más veces de 3 (30), que de dos (29), pero visto el porcentaje de acierto en lanzamientos de dos (un pobre 45%), la elección no ha sido del todo mala.

Verdaderamente inaudito ha sido el numero de escapismo, al más puro estilo de El Gran Houdini, protagonizado por Rebraca. Su no reincorporación al banquillo valenciano tras el descanso ha generado, cuanto menos entre la prensa, un alud de rumores sobre lo que podía sucederle al serbio, que, afortunadamente, no era nada de importancia.

Inesperada ha sido también la contundente reacción de los hombres de Valdeolmillos en el tramo final del encuentro, respuesta achacable a la relajación defensiva taronja, y que, pese a la victoria, ha enfadado enormemente al perfeccionista técnico griego, que quiere continuidad y actitud constante en el juego de sus hombres.

Con esta victoria, y velando armas para intentar el asalto al Palau Blaugrana, Pamesa cierra noviembre en la ACB con un interesante balance 6-3 –lástima el tropiezo en Fuenlabrada-, y con la sensación de que, pese a las lesiones, si se sigue jugando y, sobre todo, defendiendo así, lo raro, raro, sería que no estuviéramos en Vitoria.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Tres bostezos y un tapón


Jorn. 3 ULEB: Pamesa 78 - Anwil Wloclawek 58

Quien dice tres, dice tres mil: uno por cada sufrido espectador que sesteaba esta noche en la Fuente de San Luis; y es que el encuentro, espectacular, lo que se dice espectacular, no ha sido. Tal vez el término soporífero sea excesivo, pero se ajusta bastante a la realidad.

El impronunciable conjunto polaco, que debe haber tenido días mejores, ha sido hoy un simple espectro, el fantasma de todos aquellos conjuntos que, años atrás, pululaban por la ya fenecida Copa Saporta. Incluso me ha parecido ver a Pluta -y eso explicaría su despreciable partido-, arrastrar una pesada bola anclada a su tobillo derecho. Fantasmagórico y todo, el Anwil, más que miedo, daba pena.

Aunque claro, algún mérito habrá tenido Pamesa, que poniendo en práctica el manual de Fotis, ha ejecutado a la perfección el arte de la defensa. Sólo con eso –que no es poco-, le ha bastado para ganar por 20 puntos, recuperar parte del crédito perdido en Fuenlabrada, y darle minutos a los menos habituales.

En todo caso, pese al sopor, un partido de baloncesto siempre deja detalles interesantes: una canasta a aro pasado de Claver, un mate a una mano de Avramov, una asistencia por la espalda de Williams,... De entre todos ellos, en un partido marcadamente defensivo como el de hoy, yo me quedo con un tapón; no, no con uno cualquiera, con la majestuosa chapa que, mediado el segundo cuarto, le ha metido Stanko Barac a Zelimir Zagorac.

El croata, cada vez más integrado, ha exprimido al máximo su gran envergadura para interceptar, de forma limpia y en todo lo alto, una bola que apenas comenzaba a despegar de los dedos del polaco, regalando así a su afición un excelente motivo para salir, siquiera por unos segundos, de su letargo. La impotencia que reflejaba el rostro de Zagorac hace pensar que él hubiera preferido que siguiéramos bostezando.

jueves, 8 de noviembre de 2007

La fuerza de la manada


Jornada 1 ULEB: Pamesa 85 - Skyliners Frankfurt 63

Un grande de la literatura, Rudyard Kipling, escribió en El Libro de la Selva que la verdadera fuerza del lobo está en la manada. Esta ley de la jungla, parafraseada en el mundo del baloncesto por entrenadores como Phil Jackson (o en el del fútbol por Quique Sánchez Flores), ha sido puesta en práctica en la noche de hoy por Pamesa Valencia. Los de Katsikaris han naufragado en los compases iniciales porque, a individualidades, Skyliners tuvo mayor pegada; sin embargo, cuando los locales -que sin duda tienen lobos en sus filas-, han jugado en equipo, han aprovechado sinergias, y se han hecho fuertes en la manada, han deshecho a dentelladas a los lobeznos alemanes.

La manada de Fotis sabe que su fuerza radica en el trabajo defensivo. Así, mientras se dejaron llevar por el ritmo cansino de los visitantes, sestearon en defensa, y permitieron que Allen y Archibong camparan a sus anchas por la pintura, el electrónico les fue esquivo. Hizo falta, una vez más, tirar mano de la solidez defensiva para que los valencianos (es un decir, porque hoy no jugaba ninguno) construyeran, desde atrás y al contraataque -ya era hora-, una nueva victoria, la primera de esta recién iniciada aventura europea.

Frankfurt duró en pie el tiempo que SuperKoko (Archibong) hizo gala de sus superpoderes (el supersalto, por ejemplo) pero, de todos es sabido que los poderes de dicho superhéroe son ficticios, y cuando el nigeriano y Allen, su fiel escudero, se diluyeron, los Skyliners se han venido abajo como un castillo de naipes. Koko Archibong ha sido el mejor jugador del encuentro (16 puntos y 9 rebotes para una valoración final de 22), pero el ariete africano no era arsenal suficiente para derrumbar la muralla levantada por Katsikaris y sus secuaces. Frente al Llanero Solitario, las brigadas taronja han jugado en equipo, en manada, como lo demuestra el hecho de que 5 jugadores (Douglas, Williams, Rebraca, Milojevic y Barac) hayan superado los 10 puntos de anotación, y hasta 7 (los 5 ya citados, más Oliver y House) hayan alcanzado, al menos, los 10 puntos de valoración. No cansaré con más datos, pero basta decir que la valoración conjunta de Pamesa fue de 105 puntos, y la germana de sólo 39 (recuerden que Koko, él solito, ya hacía 22).

No puedo finalizar sin hacer referencia a dos nombres propios, ambos serbios, y cuyas sensaciones deben ser totalmente contrapuestas en la noche de hoy. De un lado Rebraca, que por fin ha debutado en partido oficial con Pamesa, y lo ha hecho a un nivel más que aceptable; estadísticas al margen (10 puntos, 2 rebotes, 1 tapón, etc., para una valoración final de 12 puntos) aporta un elemento intangible pero que resulta fundamental en defensa: intimidación; con Rebraca, y se ha visto hoy, Pamesa va a ser mejor. De otro Avdalovic, que con el partido resuelto y a poco del final, se ha marchado del parqué en camilla, entre sollozos y, más que probablemente, con el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha hecho trizas; sin él Pamesa va a ser, lamentablemente, peor. Ánimo Vule!

Nota: La fotografía es obra de M. A. Polo y está colgada en http://www.pamesabasket.com

domingo, 4 de noviembre de 2007

Sensaciones


Jornada 6 ACB: Pamesa 75 - Gran Canaria Grupo Dunas 51

Sensación de mejoría. La del juego de Pamesa, que se encuentra en constante y evidente crecimiento en las últimas fechas. Los de Fotis, sustentados en una sólida defensa y un ataque más equilibrado que en ocasiones precedentes, han conseguido desterrar los fantasmas de las lesiones, encadenar tres victorias consecutivas, y tomarle, esperemos que de forma definitiva, el pulso a la competición. El único problema a la vista puede ser, dada la doble exigencia semanal que ello conlleva, el inicio, este mismo miércoles, de la Copa ULEB.

Sensación de extrañeza. La que generan, en algunas ocasiones, los cambios de Katsikaris que, a mi juicio, sigue sin dar con el quinteto ideal de Pamesa. Incomprensible me parece la reiterada presencia de House entre los titulares, especialmente si tenemos en cuenta que se produce en detrimento de jugadores como Oliver, Avdalovic o, si me apuran, Claver, que están dando mejor rendimiento. Esa misma sensación de extrañeza es la que debe tener Urtasun, a quien el griego no da bola ni siquiera en los minutos de la basura.

Sensación de vivir. La de Stanko Barac, quien tras acumular, uno tras otro, registros negativos en sus tres primeros envites con la casaca taronja, hoy ha demostrado que puede tener sitio en este equipo y, por ende, en la ACB. Sus 13 puntos, 7 rebotes, 2 asistencias y 2 tapones le han convertido, con una valoración final de 17, en el mejor jugador del encuentro. Pese a ello, al croata le queda mucho camino por recorrer, pues un jugador de su envergadura no puede ser tan tierno en tareas defensivas, ni permitirse el lujo de no provocar una sola falta personal en la pintura rival.

Sensación de ahogo. La de Gran Canaria, que ya había sufrido insuficiencia respiratoria durante el primer cuarto (12 puntos), y que se asfixió por completo en la última fase del partido. Una gran defensa de Pamesa estranguló todas las opciones de los amarillos que, con un paupérrimo bagaje de 3 puntos en 10 minutos, vieron como su desventaja crecía desde los 6 puntos en el minuto 30, hasta los 24 que reflejaba el electrónico cuando se fueron a la ducha.

Sensación de alivio. La de Martín Bertrán, Redondo y Castillo, quienes tras la monumental bronca que les dispensó la grada en el tercer cuarto del encuentro (la antideportiva a Williams influyó bastante), tuvieron la fortuna de ver cómo la holgada victoria final de los de casa les desplazaba del punto de mira del público.

Y, por último, sensaciones agradables. Las de la afición, que por primera vez en esta temporada vibró con su equipo y se implicó en el devenir del partido. Además, el triunfo de esta mañana frente a Gran Canaria debe suponer el primero de un mes de noviembre que perfectamente podría solventarse con un pleno, ya que el resto de rivales (Fuenlabrada, Valladolid y Granada) deben ser víctimas propiciatorias de un equipo que aspira a clasificarse, cuanto antes mejor, para la Copa a disputar en Vitoria. Llegar a Barcelona -primer fin de semana de diciembre- con una serie 7-2 sería una gran noticia para todos. Que así sea!