martes, 30 de diciembre de 2008

Un Pamesa removido, no agitado

Creo que, por mucho que se quisiera endulzar la realidad, resulta innegable afirmar que 2008 no ha sido un buen año para Pamesa Valencia; de hecho, ni siquiera ha sido una añada aceptable o -por así decirlo- una más, sino que el transcurrir de los azulejeros por el año que ahora termina ha sido, desde mi punto de vista, más bien nefasto.

En la temporada 07-08, Pamesa sufrió estrepitosas eliminaciones en los cuartos de final de las tres competiciones que disputaba, y el DKV por dos veces -Copa del Rey y ULEB- y el TAU en la restante -Liga ACB- dejaban a los valencianos en la cuneta, sembrando serias dudas sobre el rendimiento de Fotis y sus hombres y, por extensión, sobre el proyecto de Llorente.

Como si de una continuación se tratara, el presente Curso se inició con la misma indolencia con la que finalizó el anterior, y la falta de decisión a la hora de rescindir el contrato de un entrenador en el que no se confiaba, inició un errático camino en el que se pueden incluir jalones como la renovación de Williams, el “no fichaje” de Van der Spiegel (ahora en el Madrid), la destitución de Katsikaris y Rogers, o la obligada concesión de la carta de libertad a Dikoudis. Si a ello añadimos ciertas dosis de mala suerte (como la lesión de Claver) o la nula aportación de la cantera, resulta obvio que la línea de actuación del club es, cuanto menos, difusa.

En lo deportivo, los resultados están siendo más bien discretos, y la más que posible y afortunada clasificación para la Copa del Rey (no olvidemos que Kickert pudo matarnos) no puede enmascarar las dificultades que está viviendo este grupo. Si en Europa las cosas van razonablemente bien, en la liga doméstica la situación es más compleja: Pamesa ha perdido, sin opciones de victoria ni paliativo alguno, ante los cuatro primeros de la liga (Tau y DKV en casa y Barcelona y Unicaja a domicilio) y, además, ha cosechado otras tres derrotas frente a rivales asequibles como Menorca, Manresa -en casa- y Bruesa). Sólo la victoria frente al Real Madrid -entonces en horas bajas- supuso un soplo de aire fresco en una temporada marcada por la mediocridad.

Es cierto que el equipo, desde la llegada de Spahija está en (re)construcción, pero no lo es menos que, de momento, la mano del croata no se deja notar (demasiado) en el devenir de los taronja. Desde mi humilde perspectiva Pamesa, ahora mismo, no sabe a lo que juega, y está convenciéndose, con resignación y reparos, de abandonar el recurso al triple como única vía de ataque, sin haber sido todavía capaz de articular un mecanismo alternativo para dinamitar el aro rival. Vamos, que en lo que al juego se refiere está removido, no agitado -lo mismo que el dry martini que le gusta a Bond-, lo que para un equipo de baloncesto no es necesariamente bueno; más bien al contrario.

En estas condiciones resulta impensable que Pamesa pueda estar a la altura de los mejores de la ACB y que pueda aspirar a competir contra ellos en una eliminatoria de Copa o, muchos menos, de Play-Off. Es cierto que queda tiempo y mucho trabajo por delante, pero, hoy por hoy, la sensación que ofrece Pamesa, como el año pasado, es la de un equipo vulgar, de clase media, de los que rellenan, sin pena ni gloria la competición, cuando su presupuesto y condición indican -y todos lo deseamos- que debería ser de otra forma.

Lo antedicho no pretende echar leña al fuego, sino aportar una reflexión constructiva sobre una situación preocupante que, ojala, con el esfuerzo y el trabajo de todos se corrija y redirija en 2009, año en el que espero que Pamesa pueda retomar el camino del éxito. Con mis mejores deseos.

1 comentario:

alejluther dijo...

JAMES BOND y EL PAMESA

Las películas del agente más famoso del mundo son cansinas, al menos cuando las llevas viendo desde hace más de 20 años. Ver al Pamesa actual es igual de cansino y como en las películas, los malos nunca ganan.

La primeras veces que viste a 007 era otra época. Los artilugios, los coches o la vida de alto standing que se pega James llamaban la atención. Y hace 20 años jugadores como Williams o Douglas habrían provocado los "oes" del público ávido de ver botes entre las piernas y excesos propios de playgrounds. Pero hoy en día en una liga seria esos jugadores no pueden ser titulares si se quiere aspirar a algo.

En los films bondianos existen papeles secundarios con los que la gente se identifica: Moneypenny, M (la jefa) o Q (el científico que prepara los chismes). En el Pamesa es difícil que la gente se identifique con los jugadores. Salvo Claver o Avdalovic no se aprecia esa conexión en el público (o al menos así lo veo yo desde la distancia).

Por último, si algo puede hacerte ver la última peli de 007 es el papel femenino de turno. El guión es difícil que te motive pero ver algunas bellezas ayuda a pasar el rato entretenido. Quienes son las "chicas Bond" en el Pamesa? Obviamente Claver, aunque se debería destapar un poco más enseñando lo que todo el mundo sabe que oculta, y quizá un sano Avdalovic, que de lo que ahora llaman IQ baloncestístico anda a años luz de sus compañeros.

En fin, que uno prefiere ver cosas nuevas y James Bond no mola. Me quedo con Austin Powers.