domingo, 30 de diciembre de 2007

Beber para olvidar


Jornada 15 ACB: Pamesa 88 - Cajasol 79

Cajasol se ha presentado en la matinal de la Fonteta somnoliento y resacoso de su inapelable derrota -viernes noche- frente a Tau; de hecho, cuando todavía estaban los sevillanos desperezándose y con la legaña puesta, el electrónico ya les situaba dos decenas de puntos abajo. Su defensa, tierna como el pan de molde, no conseguía frenar las acometidas de Pamesa que, jugando en equipo y sin estridencias, había roto el partido antes del descanso.

A esas alturas, los aficionados del San Pablo -de rebujito en rebujito- constataban que cualquier tiempo pasado fue mejor, y que ni tan siquiera Magnano -otro que debería beber para olvidar-, por muy campeón olímpico que sea, les saca de ésta. ¡Si San Fernando levantara la cabeza...!

Mientras, en Valencia se saboreaba otra Copa, la de Vitoria, que en ese momento del encuentro se daba por hecha; tanto es así que Fotis, en una imagen inédita en lo que llevamos de temporada, juntó a los cuatro españoles de su plantilla a disfrutarla sobre el parqué. Y el experimento, redondeado con Garcés o con Barac según el momento, funcionó convenientemente. Por su parte, los tres de Koeman -sí, sí, Cañete, Angulo y Albelda, los tres-, convenientemente desperdigados por la zona VIP, aplaudían el recital; otra copa para ellos! Tienen tanto que olvidar...

Pero tras la pausa -o mejor, tras la antideportiva de Williams- todo cambió. Los efectos del alcohol se modificaron, y tras la excitación inicial, llegó la modorra. La noche -digo, el encuentro- se le hizo muy largo a Pamesa, que comenzó a deambular sin rumbo; especialmente significativo fue el último cuarto, en el que regaló 9 balones en forma de pérdidas -para un total de 19-, y en el que posibilitó que el rival capturara hasta 7 rebotes ofensivos -17 totales-, con las consecuentes nuevas opciones de tiro.

Esa injustificable falta de actitud y, sobre todo, de concentración -que hubiera sido letal frente a un rival de más empaque- hizo que Cajasol, herido de muerte un rato antes, tuviera posibilidades de llevarse el partido. El encuentro estaba espeso, denso -casi tanto como la pelambrera que decora los brazos de Alzuria-, pero otra vez apareció el talento; esta vez fue Douglas -12 puntos, 8 de ellos consecutivos, en el último cuarto- quien portó la antorcha e iluminó a sus compañeros camino de la Décima; uff, parezco el Marca!!!

Con todo, el primer objetivo de la temporada está virtualmente conseguido, pero la Copa, el alcohol, no nos puede hacer olvidar las carencias que, partido tras partido, vienen presentado los taronja. Hay que afrontar la realidad: DKV, Tau, Unicaja, etc. nos esperan a la vuelta de la esquina. Pero eso será el año que viene. ¡Feliz 2008 a todos! Hip!

Nota: La imagen "ojito con el rebujito" está sacada del blog de Nacho Gallego

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